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sábado, 21 de mayo de 2011

Cuidado de los pies





Los pies son la base en la que nos apoyamos y la que nos traslada durante todo el día. Los encerramos en un calzado que la mayoría de las veces son inadecuados para ellos, produciéndonos callosidades y rozaduras. Sin embargo es el gran olvidado. Su cuidado es fundamental para mantenerlos sanos. Aquí van varios consejos que podemos utilizar:

-Baño tonificante:Se pone agua templada en la bañera o en un recipiente adecuado y se añaden sales de baño. La duración del baño es de unos 10 a 15 minutos. A continuación frotar bien los pies. Es muy importante secar bien la piel que hay entre los dedos, ya que la humedad puede provocar hongos.

-Eliminar las callosidades:Una vez realizado el baño, las callosidades quedan reblandecidas. En el caso de callosidades pequeñas, se pueden eliminar con piedra pómez. Si son más grandes y gruesas, se utilizará un raspador o cuchilla especiales para ello. En el mercado hay una gran variedad y puedes elegir la que más se adapte a tus necesidades. Una vez eliminadas estas callosidades, se deben limpiar bien los pies.

-Cuidado de las uñas:Retirar las cutículas (que ya estarán reblandecidas tras el baño) con palo de naranjo y eliminar las sobrantes con una tijeras. Las uñas se cortan rectas y se liman sus esquinas. De este modo se evita que crezcan hacia dentro.

-Masaje en los pies: Para terminar, les daremos a nuestros pies un agradable y merecido masaje. Nos sentaremos lo más cómodamente que podamos, preferiblemente en el suelo sobre una superficie blanda. Utilizaremos una crema o aceite especial para suavizarlos y descongestionarlos. Podemos utilizar los que nos ofrecen en el mercado o elavorarlos nosotros mismos en casa con aceites o cremas base y aceites esenciales, de esta forma siempre podremos personalizar según nuestras necesidades.Empezaremos por el talón, masajeamos toda la base ayudándonos del pulgar. Frotaremos el tendón de Aquiles con el dedo pulgar e índice. A continuación cogeremos el pie con las dos manos. Los dedos pulgares en la planta y el resto en el dorso. Pondremos los pulgares en el centro del talón y los iremos desplazando hacia el exterior presionando a su vez. Es como el movimiento de una mariposa. De este modo iremos ascendiendo hasta llegar a la base de los dedos. Ahora masajeamos con suaves roces el dorso con el resto de dedos en movimientos descendentes, volviendo una y otra vez a su base. A continuación se masajean cada uno de los dedos de los pies con el índice y el pulgar de nuestra mano. Hacemos suaves rotamientos de los dedos hacia la izquierda y después hacia la derecha.


Con estos pequeños cuidados nuestros pies descansarán de una larga jornada. Para terminar os dejo un poema de Pablo Neruda que habla de este importante pero gran olvidado que son los pies.


Cuando no puedo mirar tu cara
miro tus pies.

Tus pies de hueso arqueado,
tus pequeños pies duros.

Yo se que te sostienen
y que tu dulce peso
sobre ellos se levantan,
tu cintura y tus pechos,
la duplicada púrpura de tus pezones,
la caja de tus ojos que recién han volado,
tu ancha boca de fruta,
tu cabellera roja,
pequeña torre mia.

Pero no amo tus pies
sino porque anduvieron
sobre la tierra y sobre
el viento y sobre el agua,
hasta que me encontraron.

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