Terapia Regresiva

Con terapia regresiva podemos trabajar tanto vidas pasadas como nuestra vida actual.

A través de una relajación profunda, accedemos a las informaciones del pasado, guardadas en el cerebro, llegando a encontrar y revivenciar los orígenes de problemas actuales. Esto nos permite aumentar el conocimiento sobre uno mismo y acceder a su sabiduría interior, mejorar sus relaciones con los demás, descubrir su creatividad y acceder a su auténtico potencial para poder dirigir su propia vida. Fobias, rencor, envidia, obsesiones sin motivo, trastornos alimenticios, sensación de ahogo, miedo a la muerte, adicciones, fracasos continuos en el amor, el trabajo…

Durante una sesión de terapia regresiva el paciente es totalmente consciente de lo que ocurre. Esta es la validez de esta terapia, "comprender". Cuando comprendemos los motivos por los cuales se formaron esos bloqueos, esas creencias, es cuando empieza nuestra transformación. El subconsciente, el alma del paciente, va allí donde tiene algo que trabajar, transformar. El terapeuta hace las preguntas adecuadas para guiar la sesión, pero como en toda terapia, es el paciente quien logra su propia sanación.